Universidad Católica no está para participar, está para competir. Y en Quito lo dejó clarísimo. El equipo celeste firmó una victoria categórica por 3-1 frente a Defensa y Justicia, en una noche donde se combinó la intensidad con la inteligencia táctica. Con este triunfo, Católica se adueña del Grupo B y empieza a mirar con hambre los octavos de final. Lo hace desde la solidez, pero también desde la convicción. La casa se respeta, y en Quito, eso se siente desde el primer minuto.
¿Octavos de final? El objetivo está cerca, pero en este grupo, nadie se relaja. Y Universidad Católica lo sabe.
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