Cuando Piovi se fue, se esperaba un relevo. Pero nadie ha tomado la posta. La falta de equilibrio, creación y liderazgo en el medio expone a un equipo desordenado, predecible y vulnerable. Y lo peor: nadie parece estar cerca de llenar sus zapatos.
¿Y el plan, profe? La hinchada reclama identidad en el mediocampo
Partido tras partido, la pregunta se repite: ¿a qué juega Liga Deportiva Universitaria sin Piovi? El medio campo se ha vuelto el punto más débil del equipo y la hinchada empieza a perder la paciencia. Las respuestas no llegan desde el banquillo, y la crisis sigue creciendo.
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